martes, 23 de octubre de 2007

RAZONES DE MI EXILIO

El siguiente texto surge a partir de una conversación con una amiga en Caracas, acerca de si mis amigos venezolanos en Barcelona y yo conversábamos sobre la situación del país (vzl).
"Hola Xuwon, ¿cómo andas? ¡espero que todo muy bien!

Yo por acá en el curro, regresé a bcn ayer por la madrugada, después de un poco más de 3 semanas de vacaciones.

Te escribo, cumpliendo con lo prometido hace tiempo (bastante tiempo) en una conversación que tuvimos por el messenger en la que me preguntabas si la peña venezolana acá en bcn conversaba acerca de "la situación venezolana", supongo que recordarás la conversa...

Así que sobre el tema puedo decir que en general o no tocamos el tema o lo hacemos de manera muy superficial y disociada (pues sobre la situación venezolana solo tenemos recuerdos mas no conocimiento). Antes de seguir quiero dejar claro que hablo por mí y quizá podría decir que por algunos de mis amigos y/o conocidos aquí. Es probable que haya parte de la peña venezolana que sí hable del tema y esté enterada y demás, pero en mi caso no es así. En mi caso hay una suerte de agotamiento mental para abordar el tema, yo con lo que he visto viviendo y/o de visita en vzl me he formado mi opinión sobre lo que pasa, en resumen me parece que lo que pasa es vergonzoso, de hecho, siempre he sentido una especie de vergüenza por lo que pasa, puedo decir que somos un país vergonzoso, somos, porque yo encabezo la lista, vergüenza alimentada por múltiples círculos viciosos, algunos de ellos más viejos que yo. Entonces aparece la frase hecha de "pero si todos nos vamos del país... ¿cómo vamos a resolver nuestros problemas?", pues asumiendo mi egoísmo, esos problemas no son mios, la mayoría de ellos ya estaban allí antes de yo venir al mundo, no siento ningún tipo de arraigo ni compromiso moral, social, político con vzl, de hecho son esos 3 temas los que más me avergüenzan. Yo creo que el tema venezolano trasciende al gobernante de turno, desde que tengo consciencia siempre hemos sido un país extremadamente rico y miserable a la vez. Los niños ricos sueñan con ir a ver a Mikey en Florida (yo fui a Eurodisney cuando ya era adulto y logré salir de vzl para vivir en Francia), la referencia cultural es Miami, para la mayoría, los centros de comunión social son iglesias evangélicas que invadieron los Teatros de un país que ya no existe de tanto venirse a menos, junto con los megalómanos centros comerciales que siguen en aumento, en fin, no creo que haga falta seguir enumerando lo que ya sabemos y hemos visto a lo largo de los años. Acerca de la situación política pues, mayor vergüenza aun, porque si bien desde que puedo recordar ese tema siempre ha sido desastroso, ahora creo que es peor, porque hay una división muy fuerte que antes no existía tal y como lo es ahora, división creada mediante tormenta mediática, propaganda furiosa, adoctrinamiento, lavado de cerebro, demagógica retórica anti-imperialista, nostalgia socialista, pan y circo, desde ambos bandos. Pero dime tu, ¿qué clase de régimen socialista permite que el director del instituto fiscal del estado posea un vehículo todo terreno último modelo? ¿No resulta vergonzoso? Y eso es lo que es aparente, lo que se puede ver (The tip of the iceberg, como se dice en inglés), pero lo que a mí me causa más repulsión y de alguna manera cierto temor no es lo que he podido ver, sino lo que sospecho, lo otro, lo oculto... Entonces, ¡qué revolución ni que media mierda! Yo no tengo la respuesta a los problemas, yo simplemente me aparto de lo que no puedo resolver, el problema venezolano durará muchísimo tiempo, muchísimo, no podemos imaginarnos cuánto (ojalá me equivoque). Y como no siento ningún arraigo ni siento responsabilidad alguna, ni culpa, evado los problemas del país y me largo. Porque yo no tengo nada que perder, porque puedo y prefiero arriesgarme a irme y comenzar una vida de cero que seguir padeciendo el vivir en un lugar que segundo a segundo estaba agotando mis esperanzas. ¿Muy dramático? Sí, puede ser, lo del drama se me da bien, pero dime tu, cuando algo te huele mal ¿te quedas oliéndolo un buen rato o te tapas la nariz y te apartas? Quizá un poco simplista la metáfora, pero es que a mi Venezuela me huele mal, me huele mal caminar por mi barrio y ver a niños durmiendo sobre cartones bajo el tarantín de su madre buhonera, me huele mal la basura y el mierdero que día a día se acumula en calles y espacios públicos y que si hubiese que medirlo sería necesario usar millones de toneladas métricas. Me huele mal que los espacios públicos en su mayoría se conviertan en dominios de la decidia y de las escenas más inseguras posibles a partir de la noche, porque ¿cuándo coño vas a ir a una plaza si no es en la noche cuando sales de trabajar? O los parques, que salvo algunas excepciones, literalmente huelen fatal. Me huele mal no poder caminar por la calle, o más bien que hacerlo suponga arriesgar la vida, muchas frases hechas verdad, muchos lugares comunes, pero surgen de una cierta cuota de realidad. Así que esto es lo que pienso. El problema venezolano trasciende al temita o temazo chavismo vs oposición (que de hecho no se cual de los dos grupos me causa mayor vergüenza). El problema venezolano se resuelve en Venezuela y por los venezolanos, pero yo paso, a mí que me expatrien que me execren, que me retiren la nacionalidad, evasión pura y dura, porque me cansé, porque no estoy de acuerdo con unos ni con otros. Y si es extremadamente doloroso, terrible, triste, penoso, haber tenido que evadirme, porque eso supone separarme de lo que sí amo de Venezuela, a toda mi familia que está allí porque no tiene otra opción, separarme de mis amigos de infancia y juventud que muchos siguen allí a pesar de todo, porque sí tienen que perder o porque no tienen opción o porque no sufren tanto como yo. Pero yo sí lo sufro y no tengo por qué sufrirlo. Sencillamente "no me hace bien vivir en ese país". Y doloroso tener que separarme de la posibilidad de ir a la playa cada vez que se me antojase, o subir al Pico Naiguatá cualquier domingo y separarme de toda esa bella geografía con la que cuenta el país. Pero la geografía no es obra de los venezolanos sino de Dios. Hay muchas cosas que seguro se me escapan en este texto, me gustaría darle continuidad, terminar de decir todo lo que pueda. Me gustaría decir algo bueno y esperanzador, como por ejemplo que admiro a todos mis amigos que por una razón u otra siguen allí luchando por salir adelante, que espero que tengan todo el éxito posible y mucho más pues sí que se lo merecen, me gustaría decir que quisiera regresar pronto a Venezuela, me gustaría creer que las cosas mejoraran... Pero sobretodo me gustaría estar equivocado cuando pienso que nuestra generación difícilmente vea una verdadera mejoría.

Esperando haber expresado claramente mis ideas y haber respondido a tu pregunta de si el por qué de no hablar sobre Venezuela es por falta de interés, me despido cordialmente, deseándote todo lo bueno de la vida para tí y los tuyos.
¡hasta pronto!
"
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LA FAMA©

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